Extremadura y Asturias son las autonomías que menos ayudas ofrecen - Sólo cinco comunidades subvencionan las excedencias por hijos
M. Ovejero
Madrid- Para formar una familia, mejor vivir en el norte de España o en la capital. Y es que, según un informe del Instituto de Política Familiar (IPF), Navarra, Castilla y León, Cataluña y Madrid son las comunidades autónomas que más ayudas ofrecen a las familias. En el otro extremo, los padres extremeños y asturianos son los que menos atención reciben por parte de los poderes públicos ya que no dan ninguna ayuda directa, motivo por el que se encuentran a mucha distancia del resto de autonomías. Por este motivo, el IPF denuncia que tres de cada cuatro comunidades autónomas, es decir, un 70 por ciento, no ofrecen ayudas directas para excedencias por cuidado de hijos ni para guardería.
Así, el presidente del IPF, Eduardo Hertfelder, señaló que el lugar de residencia de las familias está provocando grandes «desigualdades» e «injusticias» y no depende del partido político que gobierne en la autonomía porque los datos muestran que «no hay ningún partido que destaque sobre otros». «Sí encontramos discursos políticos más sensiblizados con la familia, pero eso no es una realidad», explicó Hertfelder.
Fuertes restricciones
El estudio revela además que tan sólo cinco comunidades (el 30 por ciento) dan subvenciones para pedir excedencia por el cuidado de hijos pequeños, con una cantidad media de 310 euros mensuales. De este modo, Baleares, Navarra y País Vasco dan ayuda universal para pedir excedencia, mientras que Castilla y León y La Rioja dan ayuda, pero limitada por renta. Las cantidades van desde los 180 euros mensuales en Baleares a los 330 euros de Navarra y los 555 euros en Castilla y León (pero ésta, limitada por renta).
Todas las comunidades disponen de algún tipo de medidas, pero no son «universales», es decir, dirigidas a todas las familias. El 47 por ciento las destinan sólo aquellas con situaciones específicas, como partos múltiples o numerosas, es decir, son ayudas dirigidas al dos por ciento de la población. Además, dos de cada tres autonomías imponen límites de renta en las ayudas directas y fiscales «que impide a la mayoría acceder a las ayudas»; el 70 por ciento no actualiza las prestaciones directas y más de la mitad tampoco revisa las deducciones fiscales.
Tener el primer o el segundo hijo no da derecho a ninguna ayuda directa por nacimiento en el 65 por ciento de las autonomías. El estudio explica que una familia que tuviera dos hijos podría recibir el primer año (por ayudas de nacimiento, cuidado y excedencia) 7.671 euros en Castilla y León, 6.300 en el País Vasco, 4.320 en Baleares, 3.967 en Navarra, 2.400 en Cantabria, 1.200 en Cataluña, 720 en Galicia, 200 en Madrid y ninguna cantidad en el resto. Aunque, como en el caso de Madrid, algunas de éstas dan otro tipo de atenciones como subvenciones para libros de texto o guarderías que les hacen ascender puestos en la clasificación general de ayudas por comunidades.
Respecto a la evolución comparando las ayudas actuales con las de años anteriores, las autonomías que mejoran sus políticas familiares son Castilla y León, Madrid, La Rioja, Baleares, Cantabria, Extremadura y el País Vasco. Esta última, además de una serie de nuevas ayudas, ha puesto en marcha una Dirección General de Familia. Cataluña, por el contrario, empeora en materia de atención a las familias, lo mismo que Galicia, Andalucía, Murcia y Asturias. Y las que se mantienen en similares términos: Castilla-La Mancha, Canarias y Aragón.
A la vista de estos resultados, Hertfelder aclaró que en todas las comunidades se ha producido una «regresión» en la apuesta por la familia. El presidente del IPF criticó que, en muchos casos, las ayudas se vinculen al nivel de renta, a diferencia de lo que ocurre en Europa, donde las medidas son «universales». También denunció que estas medidas no se actualicen y revisen anualmente para equipararlas a la subida del coste de la vida.
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