domingo, 30 de diciembre de 2007

ESPAÑA POR LA FAMILIA A PESAR DE ZP




La Fundación Triángulo por la igualdad social de gays y de lesbianas

El acto de defensa a la familia cristiana es contra el Gobierno

La Fundación Triángulo por la igualdad social de gays y de lesbianas considera que el acto 'Por la familia cristiana' que se celebra hoy en Madrid es un evento 'contra el Gobierno de España y contra sus leyes sociales'.

El presidente de dicha fundación, Miguel Ángel Sánchez Rodríguez, indica en un comunicado que 'nadie quiere prohibir la familia cristiana', sino que 'es la Iglesia la que intenta ilegalizar al resto de familias'.

Sánchez añade que a la mayoría de las familias no les importa que los cristianos 'vivan según las normas que su fe o sus pastores les digan', pero sí que quieran, a su juicio, 'imponer' esas normas a los demás.

ESPAÑA: IU cree que el acto de defensa de la familia cristiana es el cierre de precampaña del PP

Para el coordinador general de la formación el acto de hoy es una movilización "en contra de los acuerdos, las leyes y la soberanía" del Parlamento que auspicia el PP

en las próximas elecciones, Gaspar Llamazares, cree que el acto en defensa de la familia cristiana celebrado hoy en Madrid constituye "el cierre de la precampaña electoral del PP".

En un comunicado Llamazares afirma que el evento "Por la familia cristiana", organizado en su opinión por la jerarquía "más conservadora" de la Iglesia católica, es una movilización "en contra de los acuerdos, las leyes y la soberanía" del Parlamento que auspicia el PP. "Bajo la excusa de la defensa de la familia se esconde un ataque a la convivencia de un Estado laico que es libre de regularse como decidan democráticamente sus ciudadanos", añade el líder de IU.

Llamazares, además de expresar su respeto a las creencias cristianas, señala que "son quienes incitan a esta manifestación los que pretenden obligar a todos a vivir como ellos quieren".

Asimismo reitera sus críticas al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero al destacar que "sigue quedando en evidencia", ya que, "cesión tras cesión", se ha mostrado, a su juicio, "incapaz" de "hacer frente a los intereses de la derecha católica".

MURCIA: Por la familia cristiana

Hoy tiene lugar en Madrid el encuentro Por la Familia Cristiana, encuentro que pretende mostrar su valor inalienable para la Iglesia y la sociedad.

La sociedad tiene su razón originaria en el cultivo y aprecio de la vida, y la vida, en su concepto más profundamente humano requiere un ámbito específico para su desarrollo, y este no es otro que la familia. Ahora bien entender la vida del ser humano más allá del círculo estrecho del determinismo biológico, es decir, reconocer en la condición humana un plus de naturaleza, exige la conciencia de la vida como un don que suscita, por serlo, el estupor, la sorpresa, el agradecimiento. La vida supera el hacer y nos adentra en el ser inalienable de la condición humana.

Sin embargo, asistimos sobrecogidos a la espiral de lo que el Papa denomina cultura de la muerte, que se hace patente sobre todo en la falta de conciencia colectiva ante la gravedad de hechos que antes eran socialmente reprobables y hoy, por desgracia, ampliamente aceptados.

El cambio de mentalidad se debe a la crisis profunda de nuestra cultura occidental, que tenía su fundamento en la objetividad de la verdad y por ello, en la objetividad de la ética que dimana de la misma. Han caído los fundamentos de la antropología que ha cimentado la cultura occidental, es decir, la concepción del hombre como imagen de Dios, y se ha impuesto la idea del hombre autosuficiente, entregado a una libertad no dialogal, sin referencias, sin deseos de trascendencia, obligado a servirse a sí mismo para alcanzar la efímera felicidad que proporciona el momento.

¿Cómo fundamentar sobre estas bases los valores de la entrega generosa, la fidelidad, el respeto, la veracidad, la justicia? ¿Cómo aceptar la institución del matrimonio como el lugar idóneo para la realización de la vida y su transmisión? ¿Cómo entender la familia como servicio a la vida, más aún, como su santuario? Estos son los retos que plantea la sociedad que ha acogido la cultura de la muerte a cuantos creen que el futuro pasa por el respeto a la dignidad de la vida humana, y a su lugar propio de desarrollo que es el matrimonio y la familia.

José Alberto Cánovas es delegado episcopal de Familia y Vida

ARGENTINA: Madrid, centro de un acto religioso

La multitudinaria celebración litúrgica tuvo el objetivo de reivindicar el modelo adicional de la familia cristiana, que la Iglesia considera amenazada
La capital española es el escenario de encuentro de los católicos españoles, que celebran un multitudinario acto litúrgico con el objetivo de reivindicar el modelo tradicional de la familia cristiana, que la Iglesia considera amenazada.

Cientos de miles de personas se congregaron en Madrid este domingo en favor de "la familia cristiana", primera movilización de este tipo convocada por el arzobispado madrileño.

Cientos de familias, muchas con niños pequeños en silletas, llegaron por la mañana al centro de Madrid en autobuses procedentes de toda España y se reunieron en la plaza de Colón para defender los valores de la familia cristiana.

Más de dos millones de personas asistieron al acto, que duró cuatro horas, según el arzobispado de Madrid, organizador del evento con el apoyo de varias asociaciones católicas de corte conservador.

La concentración estuvo marcada por una conexión en directo retransmitida en pantalla gigante a mediodía con el Vaticano, desde donde el papa Benedicto XVI se dirigió brevemente durante el rezo del Angelus a los fieles reunidos en Madrid.

"Un saludo a los participantes del encuentro de las familias reunidos en España", dijo el Papa en español. "Vale la pena trabajar por la familia y el ser humano".

La familia, "fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, constituye el ámbito privilegiado en el que la vida humana es acogida y protegida desde su inicio hasta su fin natural", defendió.

"Los padres tienen el derecho y la obligación fundamental de educar a los hijos en la fe", añadió el Papa.

El arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, denunció que en España, "el ordenamiento jurídico ha dado marcha atrás respecto a lo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas reconocía y establecía: (...) que la familia es el núcleo natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a ser protegida por la sociedad y el Estado".

Rouco Varela negó en una entrevista en el diario ABC que este acto público se haya convocado contra el actual gobierno socialista, que ha tomado varias medidas que no han gustado a los católicos como el matrimonio homosexual, la ley del divorcio exprés y la asignatura escolar de Educación para la Ciudadanía.

En el acto también intervinieron responsables de varios movimientos católicos como Comunión y Liberación, la Comunidad de San Egidio, el Camino Neocatecumenal y el Foro de la Familia.

NUEVA YORK: El Papa anima a trabajar por la familia "porque es trabajar por el hombre"

Benedicto XVI afirmó hoy que "vale la pena trabajar por la familia y el matrimonio porque vale la pena trabajar por el hombre", en una intervención pronunciada en la Plaza de San Pedro del Vaticano y retransmitida en directo para más de un millón y medio de personas congregadas en Madrid en ocasión del encuentro 'Por la familia cristiana'.

El Papa, que intervino primero en italiano y luego en español, apuntó que "los padres tienen la obligación fundamental de educar sus hijos en la fe".

Asimismo, invitó a las familias cristianas a "experimentar el proceso amor del Señor en sus vidas" a través del matrimonio y la familia, que son "el testimonio en el mundo" del amor de Cristo por los hombres.

"La familia, fundada en el matrimonio, comunión indisoluble del hombre y la mujer, constituye el ámbito en que la vida del hombre está protegida", afirmó Benedicto XVI.

Desde primera hora de la mañana, cientos de miles de personas se congregan en la madrileña Plaza de Colón en ocasión del encuentro 'Por la familia cristiana', un evento promovido por el Arzobispado de Madrid y respaldado por comunidades cristianas de toda España.

ECUADOR: Marcha en Madrid por valores familiares tradicionales

Decenas de miles de españoles marcharon este domingo en Madrid para defender los valores familiares tradicionales, expresando su oposición al aborto, al divorcio y al matrimonio entre los homosexuales.

La concentración Por la familia cristiana estalló en aplausos, gritos y vivas cuando el papa Benedicto XVI apareció en una pantalla gigante para transmitir un mensaje en vivo desde la Plaza de San Pedro.

El pontífice, que celebraba el Angelus, dijo: La familia, fundada en la unión disoluble de un hombre y una mujer, constituye el ámbito privilegiado en el que la vida humana es acogida y protegida desde su inicio hasta su fin natural.

Vale la pena trabajar por la familia y el matrimonio porque vale la pena trabajar por el ser humano, el ser más precioso creado por Dios, añadió el pontífice en español.

Exhortó a a los padres a honrar la obligación fundamental de educar a sus hijos en la fe y experimentar el proceso del amor del Señor en sus vidas a través del matrimonio y la familia, que son el testimonio en el mundo del amor de Cristo por los hombres.

Fue la más reciente exhortación papal en pro de los valores familiares cristianos, una de sus prioridades. El Vaticano ha lanzado intensas campañas en España en contra de propuestas para legalizar el matrimonio entre homosexuales y ha denunciado al gobierno socialista del presidente José Luis Rodríguez Zapatero por aprobar leyes para ese fin.

Surgieron versiones de que un millón y medio de personas acudieron a la marcha. Ni la policía municipal ni el Ministerio del Interior divulgaron cifras de asistencia. Pero la demostración ciertamente fue enorme, colmando la céntrica Plaza de Colón y varias calles aledañas.

El presidente de la Conferencia Episcopal de España, Ricardo Blázquez, afirmó que el matrimonio y la familia son el centro neurálgico de la humanidad, según la agencia de noticias Europa Press.

ESPAÑA MADRID: El papa Benedicto XVI destaca el "valor sagrado" de la familia


El papa Benedicto XVI llamó el domingo en la plaza de San Pedro, durante el último ángelus del año, a orar "por todas las familias del mundo" y defendió una vez más el valor "sagrado" y "natural" del matrimonio y la familia.

"La Iglesia se ha comprometido a defender y promover la dignidad natural y el gran valor sagrado del matrimonio y la familia", recordó el Papa, citando apartados del Concilio Vaticano II (1962-1965), que marcó el reconocimiento por parte de la Iglesia de los valores de las religiones no cristianas, y abrió un diálogo ecuménico con las otras Iglesias cristianas.

Benedicto XVI habló durante largos minutos en español, dirigiéndose a los participantes en una conferencia sobre la familia organizada en Madrid.

"Saludo a los participantes en el Encuentro de las Familias que se está llevando a cabo este domingo en Madrid, así como a los Señores Cardenales, Obispos y sacerdotes que los acompañan", dijo el Sumo Pontífice bajo un radiante sol de invierno.

"Al contemplar el misterio del Hijo de Dios que vino al mundo rodeado del afecto de María y de José, invito a las familias cristianas a experimentar la presencia amorosa del Señor en sus vidas. Asimismo, les aliento a que, inspirándose en el amor de Cristo por los hombres, den testimonio ante el mundo de la belleza del amor humano, del matrimonio y la familia", añadió.

"Ésta, fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, constituye el ámbito privilegiado en el que la vida humana es acogida y protegida, desde su inicio hasta su fin natural. Por eso, los padres tienen el derecho y la obligación fundamental de educar a sus hijos en la fe y en los valores que dignifican la existencia humana", dijo.

"Vale la pena trabajar por la familia y el matrimonio porque vale la pena trabajar por el ser humano, el ser más precioso creado por Dios. Me dirijo de modo especial a los niños, para que quieran y recen por sus padres y hermanos", agregó.

Benedicto XVI también se dirigió "a los jóvenes, para que estimulados por el amor de sus padres, sigan con generosidad su propia vocación matrimonial, sacerdotal o religiosa".

Antes de desear unas felices fiestas de Año Nuevo el Papa mencionó "a los ancianos y enfermos, para que encuentren la ayuda y comprensión necesarias. Y vosotros, queridos esposos, contad siempre con la gracia de Dios, para que vuestro amor sea cada vez más fecundo y fiel. En las manos de María".

ESPAÑA MADRID: Multitudinario acto en Madrid en defensa de la familia cristiana


Centenares de miles de personas se congregaron el domingo en Madrid en defensa de la familia cristiana, en un acto litúrgico que contó con la bendición del Papa Benedicto XVI.
El encuentro "Por la familia cristiana", presidido por el arzobispo de Madrid Antonio María Rouco Varela, reunió en la céntrica Plaza de Colón principalmente a padres con niños que defendieron el matrimonio como base de la familia y el derecho de los progenitores a educar según sus creencias.

Los obispos habían señalado que se trataba de una manifestación litúrgica sin carácter político, pero el domingo los arzobispos que intervinieron en Madrid criticaron al Gobierno, que durante la legislatura que ahora termina ha aprobado leyes como el matrimonio entre personas del mismo sexo.

"Nuestro ordenamiento jurídico ha dado marcha atrás respecto a lo que la declaración de los derechos humanos de las Naciones Unidas que reconocía y establecía hace ya casi 60 años (..) que la familia es el núcleo natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a ser protegida por la sociedad", dijo Rouco Varela.
Entre la multitud, llegada de todos los puntos de España y que según la organización superó los dos millones de asistentes, podían verse pancartas contra el aborto o las uniones entre homosexuales.

El punto clave se produjo a mediodía, cuando se conectó con el Vaticano para el rezo del Angelus de Benedicto XVI, que saludó en castellano a los participantes en el acto en Madrid.
"Fundada en la unión indisoluble entre el hombre y la mujer, (la familia) constituye el ámbito privilegiado en el que la vida humana es acogida y protegida desde su inicio hasta su fin natural", dijo el Papa por videoconferencia desde Roma, ante los aplausos de los presentes.

El encuentro, durante el que se rindió homenaje a Juan Pablo II, fue idea de José Gómez Argüello, fundador del Camino Neocatecumenal, una iniciativa neoconservadora que tiene mucha pujanza en la Iglesia española.

ESPAÑA MADRID: CONCENTRACIÓN CATÓLICA


Multitudinaria asistencia al acto en la Plaza de Colón en defensa de la familia cristiana
"Saludo a los participantes en el Encuerno de las Familias, que se está llevando a cabo este domingo en Madrid". Eran las 12 en punto de la mañana. El Papa salía a la ventana de los Palacios apostólicos y, por vez primera en la Historia, se dirigía en directo por videoconferencia a los más de millón y medio de personas congregadas, según los organizadores. Desde la Plaza de San Pedro de Roma a la plaza de Colón de Madrid llegaba el aliento del Papa. Entre vítores y aplausos. Fue el momento culminante de la fiesta de la familia cristiana.

Desde Roma, Benedicto XVI afirmaba que "vale la pena trabajar por la familia y el matrimonio, porque vale la pena trabajar por el hombre". El Papa apuntaba también que "los padres tienen la obligación fundamental de educar sus hijos en la fe". Asimismo, invitaba a las familias cristianas a "experimentar el proceso de amor del Señor en sus vidas" a través del matrimonio y la familia, que son "el testimonio en el mundo" del amor de Cristo por los hombres.

"La familia, fundada en el matrimonio, comunión indisoluble del hombre y la mujer, constituye el ámbito en que la vida del hombre está protegida", afirmaba Benedicto XVI. Y la Plaza de Colón prorrumpía en una enorme ovación. El Papa estaba con la familia cristiana española en su gran fiesta. Y con una mensaje más largo de lo previsto. "¡Muchas gracias y felices fiestas!", se despedía desde Roma Benedicto XVI.

Rouco: 'Nuestras leyes han dado marcha atrás'
El cardenal de Madrid fue el gran triunfador de la jornada. A su lado, más de 40 obispos. Seguramente los que le auparán de nuevo a la presidencia del episcopado en las elecciones del próximo mes de marzo. Un poco más allá, los 'comandantes en jefe' de sus 'legiones', los nuevos movimientos neoconservadores de la Iglesia, en los que se ha apoyado a lo largo de sus 13 años en Madrid. Y a sus pies, una ingente multitud de personas y familias cristianas. Personas mayores y jóvenes, matrimonios con sus hijos e, incluso, con sus bebés. Más de un millón, según la Comunidad de Madrid. Más de dos millones, según los organizadores. El típico baile de cifras. En cualquier caso, una enorme multitud, que salió a la calle, en una día soleado pero frío, a defender la familia cristiana.

'¡No hay tiempo que perder! Urge la respuesta cristiana a esta pregunta crucial para nuestro futuro, el de España'

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El cardenal de Madrid, exultante, ofició de maestro de ceremonia. Y consiguió dos milagros: que interviniese el Papa en directo desde Roma y que la gente acudiese en masa. Para dejar constancia clara y pública de que la Iglesia no es una realidad marginal ni sectaria en la sociedad española. Y a menos de tres meses de las elecciones generales.

Una celebración de la Palabra, tras una breve procesión de la imagen de la Virgen de la Almudena (la auténtica, que nunca sale de la catedral) sirvió de marco a la homilía del cardenal de Madrid. Larga y, por momentos, vibrante. Y con continuos dardos contra el Gobierno.

Rouco criticó que se estén fomentando "principios y estilos de vida opuestos al matrimonio indisoluble y a la transmisión de la vida", y que eso "se posibilite y favorezca jurídicamente por las leyes vigentes". Recordó que "el origen y el fin del matrimonio, sus elementos constitutivos y sus principios vienen determinados por Dios a través de la ley natural", y que ni los grupos sociales ni la autoridad del Estado "pueden manipular a su gusto esos principios y elementos esenciales".

"¡No hay tiempo que perder! Urge la respuesta cristiana a esta pregunta crucial para nuestro futuro, el de España, el de Europa y el de toda la humanidad", dijo con vehemencia el cardenal. A su juicio la respuesta está "en la verdad de la familia" y en el testimonio. Porque "las familias cristianas han querido ofrecer un testimonio público, festivamente expresado, de que en la experiencia cristiana de la familia se descubre, recibe y vive el gran Don del Amor".

Eso sí, el cardenal recalcó que "ofrecemos ese testimonio, no lo imponemos", pero "sí pedimos que sea comprendido, que sea aceptado". Porque, según el cardenal, "nos entristece tener que constatar que nuestro ordenamiento jurídico ha dado marcha atrás respecto a lo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas reconocía y establecía hace ya casi sesenta años, a saber: que 'la familia es el núcleo natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a ser protegida por la sociedad y por el Estado'". Y la plaza estallaba en aplausos, a cada alusión, directa o indirecta, a las políticas del Gobierno.

Blázquez: 'La familia es un tesoro'
La fiesta había comenzado una hora antes. Con diversas intervenciones. Desde cantos a testimonios y discursos. Algunos de ellos importantes, como el del presidente de la Conferencia episcopal, Ricardo Blázquez, en el que denunció leyes como la del aborto, el matrimonio homosexual y el divorcio.

La familia es 'como el vino de solera'. Es 'uno de los servicios seguros que la Iglesia puede ofrecer a la sociedad'

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En su habitual estilo moderado, Blázquez señalaba que "la familia es un tesoro" y, por eso, "en este encuentro queremos que resplandezca la verdad, la hermosura y la grandeza del matrimonio y de la familia".

Una familia, advirtió, a la que algunas tachan de "tradicional" despectivamente, como si se tratase de "la familia superada por el correr del tiempo, anacrónica y trasnochada". Al contrario, según el presidente del episcopado, "la familia es tradicional, porque hunde sus raíces en la misma naturaleza humana; es antigua y nueva; su vigencia es de ayer, de hoy y de mañana; la medida de su verdad es la perduración".

Y Blázquez concluyó afirmando que la familia tradicional es "como el vino de solera". Y por eso, se convierte "en uno de los servicios seguros que la Iglesia puede ofrecer a la sociedad", porque "el matrimonio y la familia son centros neurálgicos de la sociedad".

Cardenal García Gasco: 'Nos dirigimos a la disolución de la democracia'
A pesar de ser una fiesta litúrgica, abundaron las alusiones y las críticas al Gobierno socialista. Una faceta, en la que brillaron especialmente los cardenales García Gasco y Cañizares, arzobispos de Valencia y de Toledo, respectivamente.

'Los poderes públicos deben proteger y defender la familia y no socavar sus fundamentos'

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El cardenal de Valencia aludió al precedente del encuentro de las Familias con el Papa en Valencia y, a renglón seguido, expresó la preocupación de los obispos españoles por la deriva de la cultura del laicismo en España.

A su juicio, "los poderes públicos deben proteger y defender la familia y no socavar sus fundamentos". Porque "la cultura del laicismo es un fraude y un engaño, no construye nada, sólo desesperanza por el camino del aborto, del divorcio 'express' y de una ideología que quiere manipular a los jóvenes".

"Por ese camino no se respeta la constitución de 1978, por ese camino nos dirigimos a la disolución de la democracia", advirtió, tajante, el cardenal García Gasco. E invitó a los creyentes a no esconderse y a salir a la calle. Porque, "en una cultura dominada por los medios de comunicación, es muy importante la visibilidad de los gestos". Y por eso, concluyó, "hay que despertar a la familia".

Cardenal Cañizares: 'Legislaciones inicuas'
El arzobispo de Toledo, cardenal Antonio Cañizares, aseguró que "la familia debe ser la primera prioridad mundial", porque "la familia es lo mejor que tenemos". Por eso, a su juicio, la fiesta de Colón es "una prueba de que la Iglesia en España tiene futuro".

'La sociedad española vive una gran amenaza social con legislaciones inicuas e injustas'

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Y es que, a su juicio, "la sociedad española vive una gran amenaza social con legislaciones inicuas e injustas" y "recibe ataques de gran calado".

Y por eso, invitó a defender la familia, imitando a Juan pablo II: "No tengamos miedo, contamos con la fuerza de Dios, reclamemos nuestros derechos inalienables". Su intervención, asi como la del cardenal García Gasco fueron las más aplaudidas.

Los líderes de los movimientos eclesiales
Fueron los grandes protagonistas, junto al cardenal Rouco Varela, de la magna concentración. Allí estaban todos. Desde los Kikos a los Focolares, pasando por los carismáticos o la Comunidad San Egidio. Era la primera vez que, en España, estas nuevas realidades eclesiales conseguían tal protagonismo. Dicen que son el futuro de la Iglesia. Y de hecho, fueron capaces de llenar la Plaza de Colón. Porque la mayoría de la gente que allí estaba pertenecía a algún movimiento.

Sólo los Kikos se comprometieron a traer a Madrid más de 300.000 personas. Y lo consiguieron. Eran los más numerosos. Y se notaba, sobre todo cuando salió Kiko Argüello, su fundador, al estrado. Y con su verbo enardecido, les invitaba a proclamar que "Cristo ha resucitado". Y para que se viesen bien, les mandó: "Levantad las pancartas". Y les dijo: "Estamos salvando la familia", porque en ella "nos jugamos el futuro" y porque "Dios es familia, es comunidad, es Trinidad".

El don de la familia que, según Argüello, hay que defender frente "este Gobierno, ateo y laico, que nos quiere hacer creer que la nave de nuestra vida no va a ningún sitio. Pues si va, va al cielo", concluyó. E invitó a los presentes a cantar el 'Resucitó', el himno de los Kikos. Para dejar clara su impronta y demostrar a los cuatro vientos que los Kikos son las realidad más floreciente de la Iglesia española.

Algunos otros líderes de movimientos también intervinieron, pero sin el brío contagioso del fundador del Camino. Por ejemplo, Andrea Riccardi, el fundador de la Comunidad de San Egidio, que señaló que "la familia no está superada". Y También dijo: "No estamos aquí para defender los intereses de la Iglesia, sino un bien para todos". Por su parte, el presidente de Comunión y Liberación, el sacerdote español Julián Carrón, aseguraba que "el matrimonio no es la tumba del amor, sino su realización".

Concluido el acto y tras la bendición, el cardenal Rouco Varela, despedía a los presentes con un "¡Feliz día de la familia cristiana de España!". Todo un lema y un reflejo de lo que se acababa de vivir. En las pantallas, la voz enérgica de Juan Pablo II, en su primera visita a España, en 1982. Y en el cielo de Madrid, cientos de globos blancos y amarillos, los colores de la bandera pontificia. Y al pie de la enorme cruz del estrado, una pancarta: "La familia cristiana goza de buena salud".

ESPAÑA MADRID: Respalda Papa marcha por la familia en España

En un discurso inédito, porque durante el mensaje previo al Angelus el obispo de Roma usó una lengua no italiana -lo cual ocurre en contadas ocasiones-, avaló la iniciativa que ha movilizado una multitud en la capital española.



Ciudad del Vaticano, Italia.- Benedicto XVI lanzó hoy un mensaje en defensa de la familia “fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer” al saludar durante el Angelus desde el Vaticano a una multitudinaria marcha en España.

Ante varios miles de peregrinos en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa sostuvo una comunicación vía satélite con la Plaza Colón de Madrid, donde varios miles de personas se reunieron en un encuentro titulado “Por la familia cristiana”.

“Saludo a los participantes en el encuentro de las familias que se está llevando a cabo en este domingo en Madrid, así como a los señores cardenales, obispos y sacerdotes que los acompañan”, dijo el Papa en español.

En un discurso inédito, porque durante el mensaje previo al Angelus el obispo de Roma usó una lengua no italiana -lo cual ocurre en contadas ocasiones-, avaló la iniciativa que ha movilizado una multitud en la capital española.

“Al contemplar el misterio del hijo de Dios que vino al mundo rodeado del afecto de María y de José, invito a las familias cristianas a experimentar la presencia amorosa del Señor en sus vidas”, ponderó.

“Asimismo, les aliento a que, inspirándose en el amor de Cristo por los hombres, den testimonio ante el mundo de la belleza del amor humano, del matrimonio y la familia”, agregó.

Insistió en que la célula básica de la sociedad debe ser fundada en la “unión indisoluble” entre un hombre y una mujer además de constituir un “ámbito privilegiado” para acoger y proteger la vida humana, desde su inicio hasta su fin natural.

Por eso, sostuvo el pontífice, los padres tienen “el derecho y la obligación fundamental” de educar a sus hijos en la fe y en los valores que dignifican la existencia humana.

“Vale la pena trabajar por la familia y el matrimonio porque vale la pena trabajar por el ser humano, el ser más precioso creado por Dios”, afirmó.

En su discurso Benedicto XVI se dirigió a los niños y les pidió que “quieran y recen por sus padres y hermanos”; y a los jóvenes los llamó a seguir con generosidad su propia vocación matrimonial, sacerdotal o religiosa.

A los ancianos y enfermos les deseó que encuentren ayuda y comprensión necesarias mientras que a los esposos les pidió contar “siempre con la gracia de Dios para que su amor sea cada vez más fecundo y fiel”.

El encuentro “Por la familia cristiana” fue convocado por los obispos españoles para defender el valor trascendente del matrimonio entre hombre y mujer como base de la institución familiar y la libertad de los padres a elegir la educación de sus hijos.

Esto en contraste a un gobierno que legalizó como matrimonio las uniones homosexuales, aprobó el “divorcio express” e introdujo en las escuelas la materia Educación para la Ciudadanía, que sustituye a la religión.

ESPAÑA MADRID: Palabras del presidente de la Conferencia Episcopal

Nos hemos reunido una multitud inmensa, venidos de cerca y de lejos, porque queremos manifestar abiertamente en medio de la sociedad nuestro aprecio por la familia cristiana a la que valoramos como un tesoro. La familia cristiana tiene unas señas de identidad que deseamos custodiar, conocer cada día mejor y promover en el mundo actual y en nuestra coyuntura histórica.
Esta celebración es festiva porque el amor, la vida y la familia son realidades gozosas que alientan la esperanza. En esta fiesta de la Sagrada Familia, celebrada hoy de manera singular, estamos unidos al Papa Benedicto XVI, a quien terminamos de escuchar con gratitud y sentido de comunión, para bendecir a Dios de quien procede toda familia y para apoyar en una concordia sin fisuras la familia cristiana.
Ante todo queremos dar gracias a Dios por las familias cristianas. Ellas nos dicen con su misma existencia: ¡Es posible vivir el amor matrimonial en la fidelidad cotidiana, que los esposos en un día memorable de su vida sellaron en la presencia de Dios, que les prometió su compañía y su fuerza! ¡Es posible transmitir la vida, ejercitando en la mutua donación como esposos y en la responsabilidad de padres la esperanza en Dios que no defrauda y cuida de sus hijos de generación en generación! El amor dilata el corazón y la esperanza vence el miedo para afrontar confiadamente la extraordinaria aventura de la vida. ¡Es posible superar las pruebas, que en cada tramo del camino pueden aparecer, unidos a Jesucristo, cuya cruz es signo de amor hasta el extremo y de victoria sobre el mal y la muerte! La fidelidad no es escasa; las familias cristianas son incontables. Todos -hijos, familiares, amigos, Iglesia y sociedad- agradecen el amor generoso y paciente de los esposos, acrisolado y fortalecido por las pruebas. Merece la pena vigilar diariamente y luchar por superar los obstáculos y las crisis que surjan en el camino del amor; palpar la debilidad invita a apoyar la existencia en Dios, y a buscar ayuda en otras personas amigas. De la cruz nace la vida nueva, a través del sufrimiento surge el gozo, en las tinieblas brilla la luz. No es acertado desistir ante las dificultades tomando el camino quizá más cómodo en apariencia.
En este encuentro queremos también que resplandezca la verdad, la hermosura y la grandeza del matrimonio y la familia cristiana. Es una excelente vocación con una preciosa misión, bendecida por Dios al crear al hombre y a la mujer y convertida por Jesucristo en un “gran misterio” (Ef 5,32). Cuando en ocasiones se califica a la familia cristiana como “tradicional” da la impresión de que se la desacredita contraponiéndola a una supuesta familia “moderna”. Pero la palabra “tradicional” aplicada a la comunidad formada por el marido y la mujer con los hijos no significa la familia superada por el correr del tiempo, anacrónica y trasnochada. La familia es tradicional porque hunde sus raíces en la misma naturaleza humana; es antigua y nueva; su vigencia es de ayer, de hoy y de mañana; la medida de la verdad es la perduración. La familia es tradicional como el “vino de solera”. Las adaptaciones que el paso del tiempo aconsejen a la sabiduría de los hombres deben conservar la condición genuina del matrimonio y de la familia.
La Iglesia quiere ofrecer a la sociedad la familia cristiana como un bien precioso; por eso hablamos del Evangelio del matrimonio y de la familia. Estamos convencidos de que la oferta de la familia cristiana como una Buena Nueva es uno de los servicios más valiosos que puede prestar la Iglesia a la humanidad, ya que es un pilar seguro y estable en que padres e hijos asientan la vida y donde se fragua la sociedad en el amor y el respeto, en la paz y en la esperanza.
Al acudir a la presente cita sobre la familia cristiana estamos persuadidos de que nos acercamos a las fuentes de la vida, de la persona, de la Iglesia y de la sociedad, del presente y del futuro. El matrimonio y la familia son centro neurálgico de la humanidad. Con la participación en este encuentro de hoy, al cual se unen innumerables familias también a través de los medios de comunicación, queremos mostrar nuestro empeño por acompañar a las familias en sus dificultades interiores y exteriores; necesitan razones para vivir y perseverar; necesitan un ambiente propicio para desarrollarse serenamente, les debemos apoyos para cumplir su misión. A veces se oscurece hasta el mismo sentido y configuración de la familia; en medio de los llamados “modelos de familia” puede difuminarse lo que es la familia cristiana y hasta la misma familia como institución de la humanidad. Existe el referente claro: La familia está fundada sobre el matrimonio, que es la unión estable por amor de un varón y de una mujer para su mutua complementación y para transmitir la vida y educar a los hijos.
De la verdad del matrimonio y de la vitalidad humanizadora de la familia depende en gran medida la estabilidad y la esperanza de la sociedad; por esto todos debemos evitar lo que los dañe y promover lo que los favorezca.
Queridos amigos y amigas, sed bienvenidos a esta celebración singular en la fiesta de la Sagrada Familia. La trascendencia de la familia cristiana nos ha convocado a todos, ante la cual no podemos mostrarnos indiferentes ni mantenernos a distancia.
Madrid, 30 de diciembre de 2007
Mons. Ricardo Blázquez
Obispo de Bilbao
Presidente de la Conferencia Episcopal Española

ESPAÑA MADRID: Multitudinaria asistencia al encuentro en defensa de la familia cristiana

Las alusiones al divorcio exprés, al aborto y a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, así como la defensa cerrada de la familia, han protagonizado hoy el acto 'Por la familia cristiana' celebrado en la madrileña plaza de Colón
A este acto, organizado por el Arzobispado de Madrid e impulsado por distintos movimientos cristianos, han asistido más de dos millones de personas, según la propia organización.

Ni el Ayuntamiento de Madrid ni la Delegación del Gobierno en Madrid han ofrecido cifras sobre el número de asistentes, en su mayoría familias acompañadas por sus hijos pequeños y jóvenes.

Unos cuarenta obispos, encabezados por el presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, han asistido a este acto en el que también ha intervenido desde Roma el papa Benedicto XVI, mediante videoconferencia.

Cuando se cumple un año del atentado de Barajas, también se tuvo un recuerdo especial para los dos ciudadanos ecuatorianos fallecidos, Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio.

El arzobispo de Valencia, cardenal Agustín García-Gasco, ha sido quien ha lanzado las críticas más duras, ya que ha alertado de que los ataques a la familia cristiana no respetan la Constitución y conducen 'a la disolución de la democracia'.

'La cultura del laicismo radical es un fraude y un engaño, no construye nada, sólo desesperanza por el camino del aborto y del divorcio exprés', ha añadido.

En la misma línea el arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, ha dicho que las familias están siendo sacudidas en sus cimientos por 'graves amenazas' mediante legislaciones 'injustas e inicuas'.

Por su lado, el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, ha negado que la familia tradicional sea una institución 'antigua o trasnochada', y ha defendido su vigencia 'ayer, hoy y mañana'.

En un escueto mensaje a los reunidos en la madrileña Plaza de Colón, y tras el rezo del ángelus en la Plaza de San Pedro de Roma, Benedicto XVI ha subrayado que 'vale la pena trabajar por la familia y el matrimonio', que ha definido como 'la unión indisoluble entre un hombre y una mujer'.

Esta última ha sido una de las frases que más se ha escuchado entre los intervinientes del encuentro 'Por la Familia Cristiana', que ha durado cuatro horas.

En el acto litúrgico, el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha criticado que se relativice la idea de la familia y el matrimonio 'entre varón y mujer'.

Ha lamentado, además, que el ordenamiento jurídico español esté dando marcha atrás respecto a lo que la Declaración de los Derechos Humanos 'reconocía y establecía: la familia es el núcleo natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a ser protegida por la sociedad y el Estado'.

Durante el encuentro también han tomado la palabra líderes de diferentes movimientos cristianos, como Comunión y Liberación, la Comunidad de San Egidio, El Movimiento de los Focolares y Camino Neocatecumenal -cuyos seguidores han sido de los más numerosos en Colón- y el Foro de la Familia.

El presidente de esta última organización, Benigno Blanco, ha pedido a los padres que asuman la responsabilidad de educar a sus hijos y no dejen su 'cabeza y corazón' en manos de otros y 'menos en las del Estado', en alusión directa a la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía.

En su turno de intervención, el fundador del movimiento Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, ha denunciado que en toda Europa los Gobiernos 'ateos y laicos' pretenden destruir a la familia y quieran hacer creer que esta institución 'no va a ninguna parte'.

Antes del comienzo del acto litúrgico, una veintena de jóvenes han portado la imagen de la Virgen de la Almudena -una réplica de la auténtica- desde la cascada de la Plaza de Colón hasta el estrado donde se encontraban los obispos y otros invitados A un lado de este escenario había una Cruz con el Cristo del Camino de quince metros de altura y en el centro una pantalla gigante para que los asistentes pudieran seguir el acontecimiento.

Sobre las nueve pantallas colocadas en Colón y en calles aledañas se han proyectado dos vídeos de Juan Pablo II, uno de ellos la Misa de las Familias que celebró en la Plaza de Lima de Madrid en 1982, y un fragmento de un envío de misioneros en Italia.

ESPAÑA MADRID: Benedicto XVI saludó desde Roma en videoconferencia el acto en defensa de la familia cristiana


Multitudinaria asistencia al macroevento católico, que los organizadores cifraron en más de millón y medio de personas.
La multitudinaria concentración celebrada en la madrileña Plaza de Colón de Madrid en defensa de la familia cristiana, a la que asistieron más de un millón y medio, según los organizadores, y un millón según la Comunidad de Madrid (la Delegación del Gobierno no ofreció ninguna estimación de asistencia), alcanzó su punto culminante y más emotivo cuando el Papa Benedicto XVI, desde Roma, pronunció unas palabras en castellano para saludar a los asistentes en el acto mediante videoconferencia.

Fue durante el tradicional acto de rezo del Ángelus de los domingos, desde la Plaza del Vaticano, cuando el sumo pontífice envió un mensaje de aliento a los participantes en el macroevento, que se extendían en la plaza donde se situaba el estrado y a lo largo de los Paseos de la Castellana y Recoletos, así como por las calles de Génova y otras adyacentes a la zona central.

El Papa resaltó la «importante iniciativa» desarrollada en Madrid, organizada y convocada por la Archidiócesis dirigida por el cardenal Antonio María Rouco Varela, y envió un saludo a los miembros de la cúpula eclesiástica presentes en el encuentro -más de 40 cardenales, arzobispos y obispos--, así como a los sacerdotes que asistieron a la iniciativa y a todos los participantes en la jornada.

El pontífice alentó a los presentes a dar «testimonio ante el mundo de la belleza del amor humano, del matrimonio y la familia». «Ésta -dijo-, fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, constituye el ámbito privilegiado en el que la vida humana es acogida y protegida, desde su inicio hasta su fin natural».

Benedicto XVI resaltó en su breve alocución que, por eso, «los padres tienen el derecho y la obligación fundamental de educar a sus hijos en la fe y en los valores que dignifican la existencia humana. Vale la pena trabajar por la familia y el matrimonio, porque vale la pena trabajar por el ser humano, el ser más precioso creado por Dios».

Además de en Benedicto XVI, el gran protagonismo de la celebración por la institución familiar, coincidiendo con la festividad de la Sagrada Familia, recayó en el cardenal arzobispo de Madrid, promotor de la solemne celebración. Durante su homilía, Antonio María Rouco Varela recordó que, en el mismo lugar, Juan Pablo II presidió dos históricos encuentros, en 1993 y e l 2003, para la canonización de santos españoles, y muy cerca, en la madrileña Plaza de Lima, proclamó «con un inusitado vigor el Evangelio de la Familia» el 2 de noviembre de 1982, hace 25 años.

Rememoró que, en aquellas fechas, el entonces Papa resaltó que «la familia es la única comunidad en la que todo hombre es amado por sí mismo, por lo que es y no por lo que tiene». Para Rouco, «con la suerte de la familia está y cae la suerte del hombre mismo y el presente y el futuro en paz de la sociedad y de los pueblos; también el presente y el futuro de España y de Europa».

Censuró Rouco que, 25 años después de las palabras de Juan Pablo II, ha surgido un «medio ambiente cultural y social, en crecimiento continuo, donde se relativiza radicalmente la idea misma del matrimonio y de la familia y se fomentan desde las edades más tempranas prácticas y estilos de vida en las relaciones entre el varón y la mujer opuestos al valor del amor indisoluble y al respeto incondicional a la vida de la persona desde el momento de su concepción hasta la muerte natural». Una realidad social, dijo, «posibilitada y favorecida jurídicamente por las leyes vigentes».

El viaje apostólico de Benedicto XVI a Valencia en julio del pasado año con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias supuso, según el arzobispo de Madrid, una renovación de la fe «en medio de un mundo ideológico y social hostil a la familia». «Los hechos, sin embargo, que siguen dominando y condicionando la opinión pública sobre la familia y la misma realidad familiar -la destrucción temprana de los nuevos matrimonios, la violencia doméstica, la escalada del número de abortos con el escándalo del aborto en las preadolescentes y el de los abortos tardíos... interpelan fuertemente a nuestras conciencias».

Sin duda, estimó el cardenal, la familia se presenta «como el problema objetivamente más grave e inquietante ante el que se encuentran las sociedades europeas y, por supuesto, la española». De hecho, alegó, quien obstaculiza la institución familiar, «aunque sea inconscientemente, hace que la paz de toda la comunidad nacional e internacional sea frágil, porque debilita lo que, de hecho, es la principal agencia de paz».

La respuesta de la familia cristiana a esta crisis radica en admitir que «el origen y el fin del matrimonio y de la familia, sus elementos constitutivos, sus propiedades esenciales y las normas de vida que han de regirla, vienen determinadas por Dios a través de la naturaleza del ser humano y de la norma moral natural que de ella se desprende».

García-Gasco, el más duro

El presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, dedicó unas palabras de saludo en las que resaltó que el matrimonio y la familia «son centro neurálgico de la humanidad». «A veces -señaló se oscurece hasta el mismo sentido y configuración de la familia; en medio de los llamados 'modelos de familia' puede difuminarse lo que es la familia cristiana y hasta la misma familia como institución de la humanidad».

También intervinieron los cardenales españoles en activo. El cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, pronunció quizá el discurso más duro y criticó el «fraude y engaño» que suponen, a su juicio, «la cultura del laicismo radical» y los ataques contra la familia tradicional, una postura que solo conduce «a la desesperanza, el aborto, el divorcio 'exprés' y la ideología». «Por ese camino -adujo no se respeta la Constitución Española y nos dirigimos a la disolución de la democracia».

De su lado, el cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, sostuvo que la institución familiar ve sacudidos sus cimientos «por graves amenazas y legislaciones inicuas e injustas; está acechada por un sinfín de graves dificultades y sufre ataques de gran calado».

Los cardenales arzobispos de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y de Sevilla, Carlos Amigo, enviaron sendos mensajes por su imposibilidad de asistir al evento. El primero mostró su horror por la cifra de «110.000 abortos registrados en el 2006», mientras que el segundo insistió en que «ni se puede prescindir de la familia, ni privarla de los derechos que le corresponden, ni tampoco que sean otras instituciones quienes asuman las funciones y competencias que son exclusivas de la familia».

ESPAÑA MADRID: Miles de personas, "por la familia cristiana" y contra Zapatero


Cientos de miles de personas se congregaron en el centro de Madrid este domingo en favor de "la familia cristiana", convocados por el arzobispado madrileño en un acto en el que se criticaron varias leyes del actual Gobierno, como el matrimonio homosexual y el divorcio exprés.

Cientos de familias llegaron por la mañana al centro de Madrid en autobuses procedentes de toda España y se reunieron en la plaza de Colón con pancartas que rezaban lemas como "papá-mamá=mujer-hombre" y "hombre y mujer los creó", con la bandera española como fondo.

Más de dos millones de personas asistieron al acto, que duró cuatro horas, según el arzobispado de Madrid, organizador del evento con el apoyo de varias asociaciones católicas de corte conservador.

El cardenal y arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, denunció durante el acto que la familia cristiana está amenazada en España por "leyes injustas e inicuas", una crítica directa al actual Gobierno, a pesar de que el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, negó en una entrevista en el diario ABC que el acto fuera político.

El ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha tomado en los últimos cuatro años varias medidas que no han gustado a los católicos como el matrimonio homosexual, la ley del divorcio exprés y la asignatura escolar de Educación para la Ciudadanía.

El arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, advirtió de que "la cultura del laicismo radical" lleva a "la disolución de la democracia" y es "un fraude" que "sólo conduce a la desesperación por el camino del aborto, el divorcio exprés y las ideologías que pretenden manipular la educación de los jóvenes".

El arzobispo de Madrid denunció que en España, "el ordenamiento jurídico ha dado marcha atrás respecto a lo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas reconocía y establecía: (...) que la familia es el núcleo natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a ser protegida por la sociedad y el Estado".

La concentración estuvo marcada por una conexión en directo retransmitida en pantalla gigante a mediodía con el Vaticano, desde donde el papa Benedicto XVI se dirigió brevemente durante el rezo del Angelus a los fieles reunidos en Madrid. "Un saludo a los participantes del encuentro de las familias reunidos en España", dijo el Papa en español. "Vale la pena trabajar por la familia y el ser humano".

La familia, "fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, constituye el ámbito privilegiado en el que la vida humana es acogida y protegida desde su inicio hasta su fin natural", defendió. "Los padres tienen el derecho y la obligación fundamental de educar a los hijos en la fe", añadió el Papa.

En el acto también intervinieron responsables de varios movimientos católicos como Comunión y Liberación, la Comunidad de San Egidio, el Camino Neocatecumenal y el Foro de la Familia.

ESPAÑA, MADRID: La concentración en Madrid por la familia cristiana cosecha un éxito rotundo


Dos millones de personas, según la organización, y más de un millón, según indicó la Comunidad de Madrid a media mañana, han secundado el acto "Por la Familia cristiana" en la plaza madrileña de Colón. Allí han defendido unos valores puestos en cuestión por la legislación que ha impulsado el Gobierno de Zapatero. Así lo han denunciado obispos como Antonio Cañizares, Agustín García-Gasco o Antonio María Rouco Varela, en cuya intervención ha lamentado la "marcha atrás" del Estado en la defensa de una institución que han querido respaldar este domingo miles de ciudadanos en un ambiente festivo.

Según los organizadores, más de dos millones de personas participaron en el acto, promovido por el Arzobispado de Madrid y secundado por comunidades religiosas de toda España y centenares de miles de personas. La comunidad de Madrid estimó la participación en millón y medio. La celebración contó, además, con la presencia de unos cuarenta cardenales y obispos y representantes de una treintena de movimientos, asociaciones y realidades eclesiales.

El acto arrancó a las once de la mañana, aunque desde antes de las nueve ya se agolpaban numerosos fieles en Colón y las calles adyacentes. Para la ocasión, se había instalado un escenario de 42 metros de largo por 13 de ancho y 4,2 metros de altura bajo la estatua de Colón (en el centro de la plaza, frente a la calle Génova).

La concentración comenzó con la intervención de varios obispos, encabezados por el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, que alertó de que "en los modelos de familia puede difuminarse lo que es la familia cristiana". "Sed bienvenidos", exclamó al término de su breve discurso, en el que recalcó que "la trascendencia de la familia nos ha convocado a todos".

Tras él, el cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, destacó que los poderes públicos "deben proteger a la familia" y "nunca socavar sus fundamentos". "La iniciativa del Estado a favor de la familia ha de ser apreciada y estimulada", insistió. García-Gasco alertó, además, de que los ataques del Ejecutivo socialista no respetan la Constitución y "conducen a la disolución de la democracia".

"La cultura del laicismo radical es un fraude y un engaño, no construye nada, sólo desesperanza por el camino del aborto y del divorcio exprés", añadió el arzobispo de Valencia en su discurso. También criticó Educación para la Ciudadanía, porque, a su juicio, pretende "manipular e imponer una ideología a los jóvenes".

El cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, intervino después para recordar que la familia "es lo mejor que tenemos". Tras dar las gracias "a todos", alertó de que la familia "se ve acechada por un sinfín de graves dificultades" y "ataques de gran calado". La familia, dijo, "debería ser la primera y gran prioridad mundial". "Por eso es preciso y apremiante defender la familia. Ante tantas dificultades, vosotros sois una esperanza grande", indicó ante los asistentes.

Desde Roma, Benedicto XVI dirigió un largo saludo a los asistentes en castellano. El Papa destacó que la familia "está fundada en la unión indisoluble entre el hombre y la mujer" y "constituye un ámbito privilegiado en que la vida humana es acogida y protegida". "Vale la pena trabajar por la familia y el matrimonio porque vale la pena trabajar por el ser humano", dijo Benedicto XVI dirigiéndose a los miles de asistentes al acto. Antes de la conexión con El Vaticano, subieron al escenario unos abuelos y un joven para ofrecer su testimonio del significado de la familia.

Posteriormente, en la homilía de la celebración litúrgica del acto por las familias, el arzobispo de Madrid, monseñor Antonio María Rouco Varela pidió a las familias que sean "testimonio" de que "el amor es posible". Al explicar el "significado" de esta "gran celebración", el obispo destacó que "las familias cristianas han querido ofrecer testimonio público", de forma "festiva", del "gran don del amor" que reciben la familia. El objetivo, que su valor sea "comprendido", "aceptado" y "reconocido" en la sociedad española

"Pedimos que con vuestro testimonio", tanto en la "vida privada como pública", "seáis capaces de que se produzca una conversión de las instituciones sociales" en la "concepción de la familia" para que "de nuevo sea vista como la célula primera y vital de la sociedad". Y que ello ocurra, según dijo, en "la opinión pública, en la valoración política" y "en la legislación del Estado". "Nos entristece que la legislación haya dado marcha atrás", lamentó el arzobispo al recordar la defensa de la familia que viene consignada en la declaración de la ONU de los Derechos Humanos, que establece que "es el núcleo fundamental de la sociedad" y "tiene el derecho a ser protegida por el Estado".

ESPAÑA, MADRID: La liquidación de los padres

Al final, el Congreso de los Diputados, con los votos del PSOE, IU, ERC y BNG, aprobaron la modificación del Código Civil, suprimiendo la posibilidad de que los padres “puedan corregir razonable y moderadamente a sus hijos”.

Ahora, padres y madres ya lo saben: no tienen el derecho de la corrección razonable y moderada, porque nuestros sabios legisladores consideraban que esta posibilidad podía atentar a la integridad física y psicológica del hijo.

Los padres continúan teniendo todas las obligaciones de antes, estar en su compañía, alimentarlos, educarlos, procurar una formación integral, pero ya prácticamente carecen de todo derecho legal para aplicar su autoridad, ni tan siquiera la corrección.

Hay que decir que el Código Penal ya castiga expresamente a quien dañe la integridad corporal o la salud física y mental de los menores, pero no era suficiente, porque lo que se pretende, según sus propios autores políticos, es impedir cualquier castigo físico a un niño, por pequeño que sea. Se trata de la abolición de la colleja, el cachete, la palmada en la mano.

Se ha entrado en una dinámica que solamente puede terminar mal, como de hecho, lo está haciendo. Menores mal educados, criados en un ambiente de permisividad total, que no saben el sentido de la palabra “no”, llevados a centros públicos donde todo principio de autoridad y respeto ha desaparecido o, en el mejor de los casos, sobrevive con serias dificultades, podrán ahora enfrentarse a sus padres sin que éstos puedan tener un gesto, porque se trata de esto, y sólo de esto, de corrección física. Confundirlo con la paliza solo puede darse en mentes cegadas por ideologías que niegan la realidad de las cosas, por ideologías peligrosas, por consiguiente.

Los mismos responsables que justifican atrocidades como las que al parecer se cometían en las clínicas de Morín, rompecocos, trituradoras, defienden por un extraño humanismo el veto a la colleja correctora. Qué extraña mentalidad esa que no le importa la sangre y el dolor de un no nacido y es capaz de prohibirle a un padre darle un bofetón a su hijo.

ESPAÑA, MADRID: Con la familia no se juega


La denominada por José Luis Rodríguez Zapatero "revolución cultural" que pretende producir en España tiene como uno de sus objetivos fundamentales la banalización y pérdida de autonomía de la familia.
Hoy domingo, la Plaza de Colón de Madrid se llenará de personas venidas de todos los rincones de España, reunidas para celebrar una de las instituciones naturales más importantes de la civilización occidental y cristiana, la familia. Organizada por la Iglesia, esta concentración trasciende las denominaciones religiosas, pues se trata de reivindicar y valorizar un sustento básico de la libertad, la igualdad de derechos y la resistencia contra el abuso y la opresión de los poderosos. Unos valores elementales y universales con los que ningún gobierno que se llame democrático, ni ningún Estado que se precie de ser "de Derecho", debería experimental, y menos aún subvertir.

Una manifestación oportuna y necesaria, ya que la denominada por José Luis Rodríguez Zapatero "revolución cultural" que pretende producir en España tiene como uno de sus objetivos fundamentales la banalización y pérdida de autonomía de la familia. El primer envite se lo llevó la propia definición de matrimonio, modificada de forma autoritaria y torticera en aras de la supuesta igualdad de derechos lograda gracias a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. Una igualdad que, como demuestra la experiencia de otros países europeos y algunos estados norteamericanos, no implicaba ni identidad ni equivalencia con el matrimonio, ni menos aún el enfrentamiento y la legítima sensación de fraude, ultraje y manipulación electoralista que millones de españoles de toda condición y orientación sexual sintieron cuando se aprobó la ley de matrimonio homosexual.

Sin embargo, esta polémica ley no fue sino el primer paso en una serie de medidas tendentes a socavar los cimientos de una institución libre y privada, anterior no sólo a la Constitución, sino al propio Estado-nación, y que garantiza como pocas la autodeterminación y la solidaridad frente a la injerencia de los que ejercen el monopolio de la violencia. Así, el llamado "divorcio exprés" y la desigualdad entre hombres y mujeres a la hora de ser protegidos frente a la violencia doméstica no han resuelto ninguno de los problemas que se suponía que iban a solventar. Desafortunadamente ha ocurrido más bien lo contrario: un aumento de las agresiones con resultado de muerte producidas en el hogar y una cada vez mayor irresponsabilidad y frivolidad a la hora de contraer matrimonio y de disolverlo.

Junto a esto, la mal llamada Educación para la Ciudadanía, cuyo apartado dedicado a la educación afectivo-emocional consiste en el adoctrinamiento obligatorio de todos los niños en la llamada perspectiva de género y en el denominado "feminismo dialéctico", que considera que hombres y mujeres son seres opuestos, antagónicos y por tanto incompatibles, y en la llamada teoría queer, según la cual sufrimos una "dictadura heterosexual" de la que sólo nos libraremos destruyendo la familia tradicional. Que estas teorías, minoritarias y con poco sustento empírico, hayan pasado a ser política de Estado ejemplifica el talante delirante y el sesgo radical del actual Gobierno de España.

Y como colofón a esta auténtica astracanada, el discurso equívoco sobre el aborto, que algunos socialistas pretenden convertir en un derecho inalienable de la mujer, con la consiguiente y peligrosa reducción del acto sexual a puro ejercicio gimnástico, y de la persona a un mero objeto de placer pasajero. Por no mencionar el alarmante aumento de los embarazos de adolescentes y de todo tipo de enfermedades de transmisión sexual que ha acompañado la adopción de este discurso por buena parte de las autoridades educativas y sanitarias.

Por tanto, y más allá de la religiosidad, ideología política y otras creencias y circunstancias sociales y personales, el acontecimiento de hoy merece el respeto y el apoyo de la inmensa mayoría de los españoles, quienes continúan manifestando, tanto en las encuestas como en su vida, que la familia sigue siendo el elemento más importante de sus vidas. Una celebración que no va contra nadie, sino por y para todos, inclusive el inquilino del palacio de La Moncloa.