Sociedad Los colegios religiosos reciben presiones contra la «objeción»
Celia Maza
Madrid- La federación que agrupa a la mayoría de los colegios católicos en España (FERE-CECA) nunca ha ocultado su oposición a la objeción de conciencia contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Sin embargo, esta semana ha dado un paso más al mandar una circular a los titulares de sus centros en la que especifica que aquéllos que no impartan la materia podrán ser «objeto de sanciones» como la «retirada del concierto» o de la «autorización para enseñar».
El texto, al que ha tenido acceso este periódico, considera que la objeción de conciencia supone una «desconfianza inadmisible» hacia los titulares de los centros y una «quiebra en toda regla» del carácter propio de los colegios.
Orientaciones
Por estos motivos, desde FERE-CECA ofrecen una serie de «orientaciones» para saber «cómo proceder» ante las solicitudes presentadas por las familias, a las cuales debe hacer frente el titular provincial de la federación y no el director del centro, quien puede verse «presionado».
La circular señala que allí donde sea preciso se deberían convocar reuniones con los padres para exponerles «las consecuencias legales que se derivan de la inasistencia a clase». Además, se especifica que los centros deberían utilizar «todos los recursos previstos en la LOE» para adaptar los contenidos de la misma «al carácter propio católico» para asegurar una total consonancia con el proyecto educativo.
En este sentido, el texto hace hincapié en los avances que ha realizado el Ministerio de Educación para hacer posible esta adaptación y reitera que tras los diálogos mantenidos con la administración para evitar una «instrumentalización» ha habido una mejora sustancial de los contenidos de la asignatura.
Por otra parte, FERE-CECA también acusa a las más de 30 asociaciones promotoras de la objeción de conciencia de hacer llegar cartas y formularios a los padres de los colegios católicos para animarles a que sus hijos no cursen la asignatura. «Curiosamente se plantea la campaña en nuestros colegios pues prevén que les será muy difícil realizarla en los centros públicos, donde ésta tendría todo su sentido», puntualiza el comunicado.
Ante estas críticas, lo primero que destacó Jaime Urcelay, presidente de Profesionales por la Ética (asociación promotora de la objeción), es que es «asombroso» que una patronal pueda amenazar a sus centros con represalias contra quien quiera ejercer un derecho constitucional. «Lo que más me preocupa y me intriga a la vez es el poder que parece que tiene la FERE al amenazar a los centros con quitarles el concierto», puntualiza.
Según Urcelay, del texto se desprenden insinuaciones de los posibles contactos que ha podido mantener la FERE con el Ministerio, ya que, de otra manera, según Profesionales por la Ética, no se entiende la autoridad que impone la patronal para hablar de las sanciones ni la seguridad con la que plantea la adaptación de los contenidos de la asignatura al carácter católico de sus colegios.
Urcelay denuncia que, con este comunicado, FERE-CECA vuelve a mostrar su «insolidaridad» con los padres de la enseñanza pública a pesar de que es la que «menos recursos tiene para defenderse ante el adoctrinamiento de la materia». «Sólo ofrecen una supuesta seguridad para sus colegios. ¿Qué pasa con las familias que tienen a sus hijos en públicos y rechazan la materia?».
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