CONCAPA no se fía de los reiterados engaños del Ministerio de Educación
Redacción - 01/06/2007
El secretario general de la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza-Titulares de Centros Católicos (FERE-CECA), Manuel de Castro, anunció ayer que el Ministerio de Educación había dado una respuesta positiva a su reciente petición de que los centros católicos puedan adaptar al ideario de cada centro la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que comenzará a cursarse en el próximo curso escolar en algunas comunidades autónomas
Durante un Seminario para periodistas 'Educación y Medios de Comunicación', celebrado en el Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid, De Castro explicó que FERE-CECA había decidido elevar una "pregunta formal" al ministerio para preguntar si dicha federación tenía "realmente capacidad" para adecuar el currículo de esa asignatura al ideario católico. "Hemos recibido una contestación escrita del ministerio en la que se nos da una respuesta positiva",
aseguró.
El anuncio hecho por la FERE fue posteriormente confirmado por el propio Ministerio de Educación al dar a conocer el texto de la carta en el que se explica que "es perfectamente posible" impartir “Educación para la Ciudadanía” "conforme" al carácter confesional del centro, si bien advierte de la apertura de un expediente en caso de que algún colegio incumpla con la obligatoriedad de dictar esta materia.
La misiva también asegura que en el desarrollo del currículo para las distintas materias, por parte de todos los centros tanto públicos como privados y a partir del establecido por el Gobierno y las Administraciones educativas, "habrá que atender al carácter propio de los centros privados que ejerzan el derecho legal que les asiste".
Ninguna de estas explicaciones, sin embargo, ofrece la menor confianza al presidente de Confederación Nacional Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos, CONCAPA, que ayer declaró a Análisis Digital cuan escarmentado está de los engaños de que ha sido objeto por parte del Ministerio de Educación y del propio presidente Zapatero a todo lo largo de la reforma de la enseñanza. Para Luis Carbonell, la desconfianza en el Ministerio “es absoluta” en la medida en que no ha sido posible el menor consenso en la reforma ni mucho menos en la elaboración de la polémica asignatura que la CONCAPA pidió en su día que fuese voluntaria y no obligatoria. “Se quiere imponer a los alumnos una educación en valores que son diametralmente opuestos al ideario de los centros católicos que se basan en la Doctrina Social de la Iglesia. Por otra parte, no queda nada claro a propósito de la capacidad de “adaptación” de la asignatura al ideario por parte de los centros y de sus profesores, que están sometidos a la vigilancia de los inspectores del Ministerio”.
En este sentido, no deja de resultar contradictorio, que el propio Ministerio, en la carta arriba aludida, advierta de la apertura de expedientes en caso de que algún centro educativo decida no implantar la asignatura, la cual, según recuerda, pertenece al grupo de materias que tienen "carácter obligatorio" en la Educación Primaria y en la Educación Secundaria Obligatoria.
Contrapunto
La cuadratura del círculo, descubierta por la FERE y el Ministerio de Educación...
La respuesta, finalmente revelada ayer, a la tantas veces anunciada carta de la FERE al ministerio de Educación, no deja en absoluto las cosas claras a los centros y padres de alumnos que están decididos a ejercer el derecho a la objeción de conciencia. ¿Hasta qué punto, cabe preguntarse, pueda adaptarse la materia obligada al ideario del centro cuando es diametralmente opuesta a los valores que el Gobierno pretende imponer a los alumnos?
Un caso concreto: si en la asignatura en cuestión se explica que la familia ha dejado de ser la principal célula de la sociedad, formada por la unión de un hombre y una mujer y que hay muchos modelos de familia como el “matrimonio” de homosexuales ¿puede un profesor católico enseñar a sus alumnos que eso supone una perversión de la naturaleza humana? Otro ejemplo: ¿puede un profesor afirmar que el ejercicio activo de la homosexualidad es moralmente condenable aunque ello no suponga ningún rechazo a las personas que opten por esta identidad sexual?
Así podrían citarse muchos casos más de distorsión de la ley natural y de la moral cristiana que se presume van a ser difundidos a través de la Educación para la Ciudadanía, como puede ser la licitud de la investigación con embriones humanos, el supuesto derecho a la “dulce muerte”, la negación de las diferencias de género y otros que la ideología relativista pretende imponer como la moral oficial y obligatoria...
Afirmaba ayer la COPE en su Línea Editorial que lo que realmente se pretende con la asignatura, es la sustitución de los valores morales cristianos por los del laicismo más radical, con el objetivo de modelar una nueva sociedad desde el poder político y que ese el motivo por el cual la CONCAPA había invitado a los padres a que ejercieran la objeción de conciencia, como uno de los recursos legítimos para defender sus derechos frente a la intromisión del Gobierno. Recordaba también la COPE que precisamente estos días se había clausurado en Santiago de Compostela la asamblea general de la Oficina Internacional de Escuelas Católicas, durante la cual monseñor Julián Barrio recordó que la verdad no se impone más que por la fuerza misma de la verdad. En sentido contrario, bien podría afirmarse que la cultura que se pretende imponer desde el Gobierno, mueve los resortes del poder para conquistar las mentes de los ciudadanos. En este contexto crece la expectación de buena parte de la sociedad ante la anunciada publicación del documento que la Iglesia española tiene ya elaborado, sobre la escuela católica y su oferta en la España del siglo XXI, dada la repercusión que tendrá tanto en los centros educativos como en las familias que empiezan ya a recurrir a la objeción de conciencia.
En todo caso, parece obvio que el Ministerio de Educación ha conseguido, de momento, dividir a las dos grandes confederaciones de centros de enseñanza, la FERE y la CONCAPA al alcanzar la primera de ellas algunos acuerdos que han sido de su interés particular mientras la segunda se mantenía firme en su defensa de los padres de alumnos que han confiado la educación de sus hijos en función del ideario de las escuelas católicas. Queda por ver ahora hasta qué punto la obligación de enseñar Educación para la Ciudadanía será compatible con la libertad de los centros católicos para “adaptarla” a un ideario que es contrario a lo que se pretende enseñar. Dicho de otra forma: parece que la FERE y el Ministerio de Educación han encontrado la fórmula de la cuadratura del círculo. Pero eso hay que verlo.
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