martes, 2 de octubre de 2007

ESPAÑA: El diputado socialista Mayoral ocultó al Congreso sus otras ocupaciones

Los diputados y senadores están obligados a formular declaración de todas las actividades que pueden constituir causa de incompatibilidad». Así consta en la Ley del Régimen Electoral General. Una obligación que ha sido incumplida por Victorino Mayoral Cortés, diputado del Grupo Parlamentario Socialista, que es presidente de la Liga Española de la Educación y la Cultura Popular y de la Fundación Cives. El parlamentario Mayoral, según ha tenido ocasión de examinar ABC, ha formulado una declaración de actividades inexacta, ha ocultado datos de obligado cumplimiento, como, por ejemplo, dar a conocer antes de tomar posesión efectiva de su escaño que es patrono de la Fundación Cives, dedicada principalmente a «la formación del profesorado en materias relacionadas con la educación ético-cívica». Además de presidente de una asociación que contrata con administraciones públicas, y escritor, conferenciante...
Hoy se reúne la Comisión del Estatuto de los Diputados y, a instancias del diputado Vicente Martínez-Pujalte, del Grupo Parlamentario Popular, debe examinar si el diputado socialista Victorino Mayoral, ha incurrido en situación de incompatibilidad. A su vez, Mayoral ha decidido por fin modificar su declaración de actividades, lo que también se producirá hoy, después de las sucesivas informaciones publicadas por ABC sobre sus distintas actividades. De hecho, según fuentes consultadas por este periódico el diputado socialista habría remitido un escrito en el que habría dicho lo siguiente: «No estuvo jamás en mi ánimo el propósito de ocultar mis actividades».
El artículo 20 del reglamento del Congreso de los Diputados estipula que el diputado proclamado electo adquirirá su condición una vez que haya cumplido de forma conjunta tres requisitos. Entre ellos, «cumplimentar su declaración de actividades en los términos previstos en la Ley del Régimen Electoral General».
«Puedan constituir causa»
Y los términos previstos en la citada ley es que debe formular declaración de todas las actividades, no ya incompatibles, sino que «puedan» ser incompatibles: «Están obligados a formular declaración de todas las actividades que puedan constituir causa de incompatibilidad conforme a lo establecido en esta ley orgánica y de cualesquiera otras actividades que les proporcionen o puedan proporcionar ingresos económicos, así como de sus bienes patrimoniales, tanto al adquirir como al perder su condición de parlamentarios, así como cuando modifiquen sus circunstancias». Esas actividades se incluyen en un formulario con cerca de sesenta preguntas que el diputado debe marcar con una «X» en caso de coincidencia con otra labor que desempeñe fuera del Congreso.
El formulario está dividido en seis capítulos, y el cuarto es el de actividades privadas. Son once preguntas que abarcan todo tipo de posibilidades, y una duodécima que ya no deja lugar a dudas: «¿Realiza alguna otra actividad que considere susceptible de autorización?». En la misma línea incide la última cuestión planteada de todo el cuestionario, por si algún diputado aún tuviera dudas porque considerase demasiado ambigua la declaración de actividades: «Cualesquiera otras actividades que proporcionen o puedan proporcionar ingresos económicos».
Una vez completado el cuestionario, «la Comisión del Estatuto de los Diputados elevará al Pleno sus propuestas sobre la situación de incompatibilidades de cada diputado en el plazo de veinte días siguientes, contados a partir de la plena asunción por el mismo de la condición de diputado o de la comunicación, que obligatoriamente habrá de realizar, de cualquier alteración en la declaración formulada a efectos de incompatibilidades», según figura en el artículo 19 del Reglamento del Congreso. Victorino Mayoral Cortés no ha alterado hasta hoy su declaración en los tres años de la legislatura actual, aún cuando puede hacerlo en cualquier momento ya sea por un cambio sobrevenido o por surgir alguna duda.
La pregunta 36
Este diputado del PSOE se limitó a señalar con una cruz el apartado segundo de la pregunta 36, que se refiere a actividades, entre otras, como funcionario e hizo constar que había solicitado «el pase a la situación de servicios especiales». No hay nada más en toda la declaración de Mayoral Cortés, ideólogo de Educación para la Ciudadanía, que defiende en alguno de sus muchos escritos que «la democracia se funda en valores que deben ser preservados por interés de todos y que, además, pueden verse erosionados por conductas y actitudes antidemocráticas frecuentes, como la xenofobia, el racismo, el fundamentalismo violento, la corrupción...».
Mayoral, diputado socialista, eludió en su día anotar en su declaración de actividades algunas de sus ocupaciones. En la pregunta novena de actividades privadas se le pregunta al diputado si es miembro de patronato de fundación, cuando es presidente de la Fundación Cives que, como ha denunciado el PP, «desarrolla actividades de formación del profesores de Educación para la Ciudadanía, concertadas o subvencionadas por distintas administraciones públicas, como la Junta de Andalucía». No lo hace constar. En la siguiente pregunta, si desempeña actividad como conferenciante o escritor. No lo hace constar. Es además presidente de una asociación que firma contratos con administraciones públicas. Tampoco lo hace constar, quizá porque no considera susceptible de autorización que un diputado y miembro de la Comisión de Educación sea la cabeza visible de una sociedad que es contratada para gestionar colegios.
El diputado Mayoral, en el apartado de otras actividades, tampoco hace constar que realice «actividades de producción y creación literaria», cuando ha escrito al menos cinco libros con otros autores y uno propio, que está actualmente en el mercado y a través de internet se vende a un precio de 8,70 euros: «De la intolerancia al laicismo», editado el año pasado por Ediciones del Laberinto. Aparte de «Educación para la Ciudadanía 2», que se vende a través de la Librería Cives, al precio de tres euros, y de «Educación para Ciudadanía 3», escrito junto a otros autores y que tiene un precio de seis euros.
Por último, deja en blanco también la siguiente pregunta: «¿Realiza habitualmente actividades de conferenciante o suele participar en cursos de universidades de verano, mesas redondas o análogas»? Cualquier diputado habrá de comunicar una alteración de su declaración. Y Mayoral, en los últimos dos años, ha sido director de seminario, ha inaugurado y clausurado al menos un congreso, conferenciante en otros, ha participado en mesas redondas, en cursos de verano de universidades...

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