viernes, 23 de febrero de 2007

MADRID:Rouco asegura que la Iglesia «vive un calvario de décadas» con el Gobierno en materia educativa

JESÚS BASTANTE
MADRID. El cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, aseguró ayer que la jerarquía de la Iglesia «vive un calvario de décadas» con el Gobierno respecto a la clase de Religión y las políticas educativas, que calificó de «problema pendiente, grave y serio» en las relaciones Iglesia-Estado en España. «Si seguimos pacientemente esa subida al calvario, a lo mejor algún día vemos el triunfo de la resurrección», bromeó el purpurado, quien sin embargo asumió que «a corto plazo la perspectiva no es halagüeña».
Durante su intervención en el Foro de la Nueva Sociedad, al que asistieron, entre otros, el Nuncio de Su Santidad, Manuel Monteiro de Castro; el presidente de la Audiencia Nacional, Carlos Dívar; el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica; el portavoz del Episcopado, Juan Antonio Martínez Camino, y políticos como Manuel Fraga, Ana Pastor o Ana Botella, Rouco Varela reconoció el «difícil anclaje» de los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979 con algunas legislaciones, en especial en lo referente a la clase de Religión, el estatuto de los profesores de esta materia y el derecho de los padres a la elección de centro.
Para el cardenal de Madrid, la actual configuración de esta asignatura «sin alternativa académica seria», supone «una discriminación para los alumnos y padres», que «traerá consecuencias negativas». Rouco también advirtió sobre el futuro estatus de los profesores de esta materia, que se verán sometidos al Estatuto de los Trabajadores, lo que «va a hacer muy difícil que la Iglesia sea fiel garante de la identidad de la clase de Religión Católica».
Respecto a Educación para la Ciudadanía, Rouco llamó la atención ante el hecho de que «un Estado ideológicamente neutral, introduzca una materia» que incluye «un programa de antropología filosófica impuesta por el Estado». En el coloquio posterior, el cardenal de Madrid indicó que «el recurso a la objeción de conciencia» de los padres contra esta materia «puede estar justificado, evidentemente».
En este sentido, el purpurado dijo que a la gente hay que «hacerle caer en la cuenta de que los padres son los primeros educadores de sus hijos, lo decisivo que resulta que intervengan en el proceso educativo y casi lo inexcusable de que pidan que la educación no sea un asunto que esté más allá de sus decisiones y sus derechos y que venga determinado por el poder político».
Por otra parte, el cardenal de Madrid, pidió a los partidos políticos que recuperen con urgencia el espíritu de la transición democrática, para evitar la crispación. Para Rouco, «la vuelta al pasado, a la reactivación de la llamada memoria histórica, no es lo mejor en estos momentos».

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