jueves, 6 de septiembre de 2007

Arranca el curso escolar más convulso

Dos millones y medio de escolares de Primaria y ESO estrenan cambios legislativos ? Más de 3.000 colegios de media España empiezan a impartir Ciudadanía ? El fracaso y la violencia escolar, grandes asignaturas pendientes

El nuevo curso escolar comienza marcado, cómo no, por la proximidad de las elecciones de marzo y con la introducción de la nueva asignatura Educación para la Ciudadanía de fondo. El calendario de aplicación de la Ley Orgánica de Educación sigue su curso, expuesto a un vuelco electoral que le empuje al precipicio en el que cayó la Ley de Calidad del PP, que el PSOE paralizó en cuanto llegó al poder en 2004.
Profesores y alumnos se reencuentran en las aulas con la siempre pendiente asignatura del fracaso escolar: casi un tercio de los jóvenes (el 30 por ciento) no consigue terminar los estudios de Secundaria Obligatoria y otro 39 por ciento no logra obtener el título de Bachillerato. Datos que, como siempre, nos sitúan en el furgón de cola de los sistemas escolares de la Unión Europea, que insiste en la necesidad de conseguir una mayor incoporación de estudiantes a las etapas no obligatorias.
Mención aparte merece el problema de la violencia escolar, que, según los estudios más alarmistas (léase el Informe Cisneros) afecta en mayor o menor grado a uno de cada cuatro jóvenes.
Ciudadanos a medida
Como si ya tuviera pocos problemas, el sistema educativo atraviesa una auténtica convulsión social con la introducción, en 3.500 colegios de media España, de la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía, materia obligatoria a la que este año harán frente, quieran o no, los alumnos de 3º de ESO de las comunidades socialistas. Sin embargo, el Ministerio de Educación esperará al próximo curso, como han hecho las comunidades del PP, para implantarla en los territorios de su competencia, Ceuta y Melilla.
Los padres que se oponen a una materia tachada de «adoctrinadora» ya han presentado cerca de 15.000 objeciones de conciencia, mientras el Gobierno se limita a advertir que los objetores se quedarán sin el título de graduado en ESO.
Los centros religiosos de FERE, organización que apoyó la aprobación de la LOE, se escudan en que podrán adaptar la asignatura a su ideario, ajenos a la indefensión de la que adolecen los alumnos de colegios públicos. Y las tensiones entre familias y administraciones se agudizan en la recta final del comienzo del curso. Los padres católicos de Concapa llamaron a la objeción masiva y urgente contra la asignatura, ya no sólo en las autonomías socialistas, sino también en las populares, por «solidaridad» con ellas y contra una materia que lleva en sí misma el «germen del relativismo moral». Igualmente, la Unión Democrática de Estudiantes llamó a todos los estudiantes mayores de 16 años, con independencia de su lugar de residencia o centro de estudios, a que objeten este mismo curso y cuanto antes.
Al contrario que la Ciudadanía, obligatoria en un curso de Primaria y dos de Secundaria, la Religión será voluntaria. En Secundaria, una alternativa será Historia y Cultura de las Religiones.
Evaluación
Así las cosas, dos millones y medio de alumnos (de los siete de las enseñanzas no superiores) estrenan una reforma académica que, este año, afectará a las enseñanzas de 1º y 2º de Primaria y de 1º y 3º de Secundaria. Los escolares no se librarán de repetir en este último tramo si han suspendido más de dos asignaturas, a no ser que el equipo docente considere que su naturaleza no merece tal castigo. Educación para la Ciudadanía, proclive ya a convertirse en una «maría» (incluso los catedráticos han declarado que nace «muerta»), será una de las materias que cuenten para repetir. Con el tiempo se verá si será una de las que los profesores pasen por alto.
Las comunidades autónomas organizarán pruebas extraordinarias de recuperación, en septiembre como norma y en junio, particularmente, en el caso de Andalucía, Cataluña y País Vasco. Los alumnos de Secundaria sólo podrán repetir una vez por curso y dos en toda la etapa. Aquí la excepción llega en 4º, donde los estudiantes podrán repetir dos veces el curso, se entiende que para obtener el título de ESO, si no han repetido en toda la etapa.
Ahora los alumnos no tendrán que acreditar solamente conocimientos, sino también «competencias» para aplicarlos, tales como comunicación lingüística, matemáticas, conocimiento e interacción con el mundo físico o tratamiento de la información.
El próximo curso, ya en 2008-2009, tocan los cambios para 3º y 4º de Primaria, 2º y 4º de Secundaria y 1º de Bachillerato.

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