No será una 'maría', como se conoce a las asignaturas fáciles o que no tienen un peso real a la hora de dejar a un alumno sin pasar de curso o sin graduarse. Educación para la Ciudadanía contará igual que las matemáticas o lengua para poder pasar de curso o de ciclo.
Este es el mensaje que envío ayer la consejera, Cándida Martínez, ante la pregunta de los periodistas de qué podría pasar si un alumno no asiste a estas clases, ejerciendo la objeción de conciencia que se predica desde diversos sectores de la Iglesia Católica y de algunos partidos políticos.
La polémica, al menos en términos oficiales, es menor de lo que cabía esperar a tenor del revuelo que se ha organizado en determinados medios de comunicación.
Pocas objeciones
La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía tiene contabilizadas hasta este momento 260 solicitudes de objeción de conciencia ante la asignatura Educación para la Ciudadanía en la comunidad, de las que 76 sí afectan a alumnos que impartirán en este nuevo curso Tercero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), en el que se empezará a implantar esta materia.
Una cifra sensiblemente inferior a la ofrecida ayer por el Foro Español de la Familia, que las situaba en torno a las 1.700.
La consejera quiso dejar claro que la Junta, lo que tiene que hacer, es que se cumplan las leyes y, en este caso, la asignatura Educación por la Ciudadanía está aprobada por una ley que tiene vigencia en todo el territorio español.
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