Chávez manipula la figura de Jesús para justificar su socialismo “irreversible”
Los obispos venezolanos responden a los ataques del mandatario contra la Iglesia
La figura de Jesús se está convirtiendo en una verdadera obsesión o una estrategia premeditada para Hugo Chávez. El presidente de Venezuela la utiliza constantemente para argumentar lo que el considera un camino “irreversible” al socialismo y para disparar sus diatribas contra la Iglesia.
Los obispos venezolanos, ante el evidente anticlericalismo de Chávez, responden con calma y señalan que las declaraciones del mandatario “hablan más de él mismo que de sus enemigos” y lamentan que desee “ver a todas las instituciones sometidas adulándolo”, como manifestó el arzobispo de Coro, monseñor Roberto Lückert.
Monseñor Coro es uno de los blancos predilectos de los ataques de Chávez a la Iglesia. Durante la ceremonia de toma de posesión de su tercer mandato, celebrada este miércoles, 10 de enero, el presidente de Venezuela criticó duramente al prelado, a quien señaló como “ejemplo de la oligarquía en la Iglesia Católica venezolana”.
“El monseñor Lucker (sic) me va a esperar a mí en el infierno, él no va a ir para el cielo, él va a ir para el infierno, estoy seguro que para el cielo no va y yo no creo que vaya”, dijo Chávez.
“Jesús, un gran socialista”
El presidente de Venezuela volvió a pronunciar uno de sus habituales discursos erráticos improvisados, en el que hizo alusión a lo “irreversible” del camino emprendido hacia el socialismo y, al mismo tiempo, recurrió a la figura de Jesús para justificar sus radicales tesis.
Jesús fue “uno de los grandes socialistas de la historia”, dijo antes de anunciar que pretendía buscar la reelección sin límites para no dejar el gobierno.
“El Estado respeta a la Iglesia, la Iglesia debe respetar al Estado, yo no quisiera volver a los tiempos de la confrontación con los obispos, pero no es mi elección, es de los obispos venezolanos, yo estaré aquí con mi fuego, defendiendo al Estado Venezolano”, continuó Chávez en su discurso.
Enérgica calma
Por su parte, monseñor Lückert explicó con calma, pero de forma enérgica, que el objetivo de Hugo Chávez es descalificar a la Iglesia como voz crítica.
En una entrevista concedida a una emisora de radio, el prelado respondió a los ataques de Chávez señalando que sus declaraciones “hablan más de él mismo que de sus enemigos”, y lamentó que el mandatario deseara “ver a todas las instituciones sometidas y adulándolo”.
“El objetivo del Presidente es descalificar a la Conferencia Episcopal Venezolana, pero lamentablemente no lo va a lograr”, explicó el arzobispo de Coro.
“Ya no solamente hoy me mandó al infierno, sino que juntamente conmigo está el presidente Fox, el Cardenal (Rosalío), Castillo (Lara) y los magistrados de la Corte Suprema", señaló monseñor Lückert.
Para concluir, el prelado aseguró que “todo forma parte de una campaña personal de Chávez para descalificar a la Iglesia en Venezuela; pero que no podrá lograrlo porque la Iglesia tienen dos mil años de vida y él es contingente, él durará hasta el año 21”
Cierre de una cadena privada de televisión
Las tensiones entre el presidente venezolano y la Iglesia se incrementaron recientemente después de que Chávez criticara e insultara a los obispos por pedir estos que no se cerrara una cadena de televisión privada.
El mandatario fustigó a los integrantes de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) el pasado lunes e incluso les advirtió que se exponían “a que Cristo los condene”, por haberse pronunciado en contra de su decisión de no renovarle la concesión al canal Radio Caracas Televisión (Rctv).
El presidente de la CEV, monseñor Ubaldo Santana, arzobispo de Maracaibo, hizo un llamamiento a mantener un diálogo respetuoso, en el cual se eviten “las descalificaciones y los términos injuriosos”.
La CEV también manifestó al ministro de Interior y Justicia, Pedro Carreño, su preocupación por la creciente inseguridad y violencia; así como su aspiración a que mejore el respeto a los derechos humanos de los presos políticos. Además, expresaron su interés en participar en el debate de la Ley de Educación.
Monseñor Santana concluyó afirmando: “Deseamos que ese socialismo que se plantea sea plenamente democrático, que no se vaya a emparentar con socialismos del siglo pasado que causaron tanto dolor, muerte y miseria en los países de la Europa del Este”.
Simón Bolivar y Jesucristo
El prelado se refería al discurso de investidura de su pronunciado por Chávez en la toma de posesión de su tercer mandato, donde prometió una “Venezuela socialista”.
Durante las tres horas de discurso, Chávez mezcló pasajes históricos de Simón Bolívar y Jesucristo. A los dos personajes los tildó de socialistas para justificar el viraje que va a tomar el país. Poco le faltó para encarnarse en ellos cuando juró en su nombre: “Juro dar mi vida en la construcción del socialismo. Patria, socialismo o muerte”.
Emulando a un predicador evangélico leyó unos párrafos de la Biblia. Luego sentenció: “El cristianismo es socialista. Ningún católico debería asustarse. No hay que tenerle miedo al materialismo dialéctico” al compararlas con la teoría marxista.Cabe resaltar que, durante su investidura, el dirigente bolivariano no tranquilizó a los mercados de valores que se habían alarmado con su anunciado plan de nacionalización de sectores estratégicos como la electricidad, teléfonos, gas y petróleo. La Bolsa de Caracas llegó a desplomarse hasta cerca de un 50 por ciento.
domingo, 14 de enero de 2007
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