viernes, 23 de marzo de 2007

ALEMANANIA: Una jueza antepone el Corán a la ley alemana para denegar un divorcio

La esposa pidió la separación tras denunciar maltrato físico - Según el «número dos» del partido de Merkel, «cuando esto ocurre sólo queda decir: buenas noches Alemania»
Aitor Lagunas
BERLÍN- Fráncfort, capital financiera de Alemania y habitual fuente de noticias económicas, ocupa esta semana los titulares de la prensa germana por una polémica alejada del parqué de la Bolsa. Una jueza le ha denegado allí el divorcio a una joven maltratada basándose en la procedencia magrebí del matrimonio, puesto que uno de los versículos del Corán permitiría el castigo físico a las mujeres «que se rebelen».
Los hechos se han ido conociendo desde que el pasado martes trascendiera la decisión de la jueza, que se había producido en enero. La víctima, de 26 años y madre de dos niños, veraneó en su país de origen, Marruecos, a los catorce años. Allí sintió, según ella misma ha declarado a la versión digital de la revista «Der Spiegel», un «amor a primera vista». En 2001 se casó con su novio. Sólo un año después, tras el primer embarazo, empezarían las vejaciones y después la violencia. «En Frankfurt, el estilo de vida occidental de su mujer disgustaba al hombre cada vez más», informaba ayer «Der Tagesspigel».
El 14 de mayo de 2006 la cuerda se rompió. Después de una brutal paliza, la joven decidió separarse. El 20 de junio los tribunales le ampararon: su marido no podría verla a menos de 50 metros y debería abandonar el domicilio conyugal. Pero él, lejos de olvidar la relación, siguió durante el verano acosando a la madre de sus hijos, quien asustada por las amenazas de muerte pidió consejo a su abogada, Barbara Becker-Rojczyk.
La letrada le recomendó acortar el período entre la separación y el divorcio -en Alemania, es preceptivo que transcurra un año-, confiando en que el final del matrimonio supondría el epílogo de su tortura. Ambas entendieron que la agresión entraría dentro de la casuística que permite la ejecución de un divorcio rápido y lo solicitaron en octubre.
Pero la jueza, relegada del caso desde el pasado miércoles, no compartió ese punto de vista. Su veredicto, según ha revelado el «Frankfurter Rundschau», afirmaba que «el ejercicio del derecho al castigo no cumple los requisitos» de la ley alemana del divorcio y hacía después hincapié en las raíces «culturales marroquíes» del matrimonio. Asombrada, Becker-Rojczyk apeló. Por respuesta, recibió de la jueza una carta en la que mencionaba la Sura 4, versículo 34, del Corán, que contempla las medidas que un hombre con el honor manchado por una actitud indecente de su mujer puede tomar. «Aparentemente, la jueza estima impúdico que mi cliente se adapte a nuestra forma de vida», ha ironizado la abogada.
Las reacciones no se hicieron esperar. Incluso el Consejo Central de los Musulmanes germanos mostró su desacuerdo («debería haberse referido a la Constitución alemana y no al Corán»). El político más expresivo fue Ronald Pofalla, secretario general de la democristiana CDU de la canciller Merkel: «Cuando se sitúa al Corán por encima de la Constitución, sólo me queda añadir: buenas noches, Alemania».
Ayer por la tarde, la jueza se disculpó en «Der Spiegel». A través de un portavoz, lamentó «su error» y reconoció sentirse influenciada por un tiroteo sufrido hace una década en los juzgados. Un caso extraño hasta el final

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