Padres y colegios, contra vaciar la HistoriaLas organizaciones educativas confían en la responsabilidad de las autonomías en el desarrollo de las enseñanzas mínimas del Gobierno - El PP elabora un plan para todos sus territorios con un tronco común en HumanidadesM. Ovejero
La ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, en su despacho
MADRID- Las agrupaciones educativas han mostrado su indignación ante los decretos de enseñanzas mínimas aprobados por Educación para las enseñanzas obligatorias y han asegurado que suponen «un desastre educativo». «No parece diseñado para contribuir a la mejora del nivel educativo de los alumnos», añaden, y «sólo contribuye a un empobrecimiento cultural de las futuras generaciones que acabaremos pagando todos». Éstas son algunas de las valoraciones de las distintas agrupaciones educativas sobre el plan de enseñanzas mínimas aprobadas por el Ministerio de Educación que, según denuncia el Partido Popular, permite a cada Gobierno autónomo obviar o potenciar a su arbitrio contenidos en áreas como la Historia o la Literatura. La secretaria ejecutiva de Política Social del PP, Ana Pastor, lamenta que «el decreto no especifica nada». «El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha desatendido una de sus obligaciones, que es vertebrar a la sociedad española a través de la Educación». Plan común Y es que, como anticipó el PP en el debate de la Ley de Educación, «la definición que dio el PSOE a las enseñanzas mínimas era insuficiente para garantizar que en España se estudie la Edad Moderna o los Reyes Católicos. El Decreto no especifica nada y deja libertad a las autonomías para elaborar una Historia a medida», insistió Pastor, quien añadió que «en las comunidades gobernadas por el PP han elaborado un plan común que incluye el estudio de los Reyes Católicos o la Edad Moderna, entre otros contenidos básicos que se deben estudiar». UGT sí se muestra a favor, al considerar «razonable que las autonomías complementen el plan con sus propios contenidos». Al igual que la Confederación Española de Asociación de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), que destaca que «los profesores no son los únicos transmisores de conocimientos, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías juegan un papel muy importante en la enseñanza». Pero la Confederación Católica Nacional de Padres (Concapa) acusa a Zapatero de «aldeanismo y debilidad, porque en vez de potenciar el patrimonio español lo que logra es hacer más ignorantes a los escolares. Y es un síntoma de debilidad porque el Gobierno debería abogar por estudiar la Historia de España y no ocultar datos. Sería impensable que en Navarra no estudiarán a Cervantes por no ser navarro. El Gobierno lo justifica por su pacto con los nacionalistas», dice Luis Carbonell. Argumenta, además, que esto es un motivo más de desunión entre las distintas comunidades. Este punto también lo comparte la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE). «Con esta reforma se potencia las diferencias entre las autonomías y los alumnos podrían tener dificultades para obtener el título», dice Isabel Bazo, presidenta de CECE. La Confederación de Padres y Madres de Alumnos (Cofapa) confía «en que a lo largo de todo el desarrollo de la LOE los criterios pedagógicos se impongan sobre los políticos». Por otra parte, los Profesionales por la Ética ven en este Decreto una forma más de conducir a los alumnos al «fracaso escolar». «La reducción de asignaturas tan necesarias como Historia o Literatura para dejarle hueco a otra que no tiene ninguna base científica, como es Educación para la Ciudadanía, deja claro que lo que quiere el Gobierno es un sistema puramente ideológico. Además, conduce a que la gente conozca la realidad y así sea más fácil manipularles. Esto contribuye a que haya un empobrecimiento cultural que acabaremos pagando todos», expone el presidente de esta organización, Jaime Urcelay. Ante esta falta de contenidos básicos comunes, la Federación Española de Religiosos de Enseñanza (FERE) confía en que «las autonomías sean responsables e incluyan contenidos fundamentales para que los alumnos entiendan la realidad». Así, Manuel de Castro, secretario general de la organización, argumenta que «es un error total prescindir de la evaluación de nuestra historia». Pero aclara que «hay una matización, y es que aunque no se incluyen en los contenidos sí que se habla de Carlos V, por ejemplo, en los criterios de evaluación, lo que significa que se va a exigir. Aun así confiamos en que las autonomías incluyan los contenidos porque los hechos están ahí y nadie los puede cambiar ni esconder», concluye.
martes, 23 de enero de 2007
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